¿DISCRIMINACIÓN EN LAS OLIMPIADAS?

Caster Semenya es una corredora sudafricana que ganó la medalla de oro en Río de Janeiro, en la prueba de los 800 metros planos. Desde hace años, sin embargo, se le acusa de no ser mujer y por tanto de hacer trampa en esta prueba de atletismo.(Ricardo Rapahel en El Universal, 22/08/2016)

Así inicia este periodista su columna en el Universal. Los que presenciamos esa magnífica carrera fuimos testigos de los comentarios sexistas e inapropiados de los comentaristas. ¿A qué venía mencionar las caracterísiticas físicas de dicha corredora?. Ella misma comenta sobre la infinidad de pruebas a la que la sometieron para ver sus niveles de testosterona y sabrá Dios cuántas cosas más que no menciona. Quizás la mirada triste y contrita que pudimos observar en su rostro era un reflejo de esas vejaciones a las que fue sometida.

Este es sólo un ejemplo de los muchos incidentes homofóbicos y de discriminación de otro tipo que deben de haberse dado al interior de las convivencias de los atletas, salvo que no se dice, se oculta o se dejan pasar por alto.

¿Cuándo, por favor, dejaremos los seres humanos de estar juzgando a los demás por su apariencia física, sobre todo, pero por muchas otras cosas más (su nivel económico, su escolaridad, su género, sus manerismos, su modo de vestir, etc.? ¿No es hora ya de dejar a los demás vivir su vida y que todo los otros la respetemos? Nada cuesta hacerlo. Si respeto, no pierdo nada, por el contraro, me convierto en una mejor persona.

Ay...nos falta tanto, tantísimo todavía, para lograr que los seres humanos sean qué ¿Más humanos?
De qué sirve ser más humanos. Si los humanos estamos probando ser seres llenos de odio, de reproches, de falta de amor.

¿Tendríamos que decir entonces que ya es hora de que los humanos seamos más aimales? Señores ¡ya somos animales! ¿Qué nos falta?
Más bien creo que nos sobra: demasiado cerebro para dar albergue a la soberbia, a la envidia, al odio. El amor incondicional de unos animales a otros dentro de su propia especie es lo que ya perdimos...

Ahí les dejo interrogantes...a ver quiénes se atreven a responderlas y crear así una buena discusión.

Yo, por mi parte, les digo que estoy profundamente decepcionada de "ser humano"