Tras la reciente iniciativa del Gobierno
Federal a favor de los derechos de la diversidad sexual y de género,
acciones que ya se realizan en la Ciudad de México, diversas
organizaciones “pro familia” y grupos religiosos con representación en
la capital del país, como el Frente Nacional por la Familia CDMX y la
Arquidiócesis Primada de México, han emprendido una desmida reacción en
contra de esta iniciativa que busca brindar condiciones de igualdad ante
la ley a todas personas que deseen contraer matrimonio, así como las
que busquen el reconocimiento de su identidad de género.
Desde el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, (COPRED), compartimos lo siguiente:
UNO.
Las modificaciones propuestas por el
ejecutivo buscan legislar en el terreno de lo civil el matrimonio
igualitario, colocando a las personas como el eje fundamental para el
goce de derechos y libertades; en este caso, el derecho personalísimo a
decidir con quién unirse, voluntad a la que no pueden oponerse
gobiernos, ni legislaciones, mismo que está refrendado en el artículo 1°
de la Constitución Mexicana donde se prohíbe toda forma de
discriminación.
DOS.
Es fundamental destacar que los ritos y
sacramentos de las iglesias no están a debate, toda vez que la
iniciativa no busca modificar los principios con los que estas
instituciones definen al matrimonio, es decir, si para una iglesia el
matrimonio es entre “hombre y mujer”, así seguirá siendo.
TRES.
Los derechos a la libertad de expresión y
a la libre manifestación están protegidos en la Ciudad de México, y ya
que nuestro país es un Estado laico y la separación Iglesia-Estado está
bien definida, alarma el hecho de que la Arquidiócesis Primada de
México, a través de la comunidad católica presente en la capital del
país, se oponga a esta iniciativa buscando imprimir sus criterios
religiosos en los razonamientos para legislar, siendo que la Ley de
Asociaciones Religiosas y Culto Público de México prohíbe y sanciona a
quienes se opongan a las leyes del país o a sus instituciones en
reuniones públicas. De continuar los intentos de las iglesias para
incidir en las decisiones de gobierno, el Estado tendrá que actuar en
consecuencia.
CUATRO.
Expresamos nuestra preocupación por la
propagación de argumentos falsos que condenan a las personas LGBTTTI por
su orientación o preferencia sexual e identidad de género y suponen que
su condición es una enfermedad, crimen o pecado, al grado de divulgar
videos con mensajes que faltan a la verdad, como los publicados por el
Frente Nacional por la Familia (http://goo.gl/o9Av5m), situación que
coloca en mayor vulnerabilidad a este grupo que históricamente ha sido
discriminado, al grado de poner en peligro su vida.
CINCO.
Asegurar que el modelo de familia ideal
sólo es el conformado por un hombre y una mujer, excluye a aquellas
familias conformadas por una madre e hijos/as; por un padre e hijos/as; o
bien por todas las demás que rompen con el paradigma de la “familia
tradicional o natural”. En este sentido, el artículo 4° de la
Constitución Mexicana protege la organización y el desarrollo de la
familia, ya que el texto no señala específicamente quiénes la conforman.
SEIS.
Es falso que exista un “Lobby Gay”. Lo
que sí es cierto, es que quienes encabezan este encono optan por
reconocen las resoluciones del Tribunal de Estrasburgo y el Consejo de
Europa y no las de la Suprema Corte de Justicia Mexicana, luego de que
ésta publicara la Tesis de Jurisprudencia 43/2015, donde establece como
inconstitucionales aquellas leyes de los estados que consideren a la
procreación como finalidad del matrimonio, o bien como el que se celebra
entre un hombre y una mujer. Ignorar esta resolución implica el
desconocimiento del máximo órgano judicial de nuestro país.
SIETE.
Desde hace 6 años, la Ciudad de México
puso en marcha el matrimonio igualitario, es así que desde aquel
entonces el matrimonio civil se define como “la unión libre de dos
personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran
respeto, igualdad y ayuda mutua”. Esta modificación a la ley permite
brindarle a él o la cónyuge todos los derechos y obligaciones que del
matrimonio derivan.
OCHO.
En la CDMX este modelo ha sido exitoso
ya que reconocer a las familias diversas no ha perjudicado a la
sociedad, no ha acabado con las familias, no ha violentado el derecho de
las niñas y los niños, ni mucho menos ha transformado negativamente la
forma de relacionarse entre las personas, por el contrario, ha brindado
seguridad a la población LGBTTTI, ha consolidado el derecho a la
igualdad y ha reconocido la libertad que gozan todas las personas de
formar una familia. Así lo demuestran los más de 7 mil matrimonios
igualitarios, alrededor de nueve adopciones por parte de parejas del
mismo sexo y a diferencia de lo que muchos quieren hacer creer, la
Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, no tiene
registrado un solo caso de abuso a menores por familias homoparentales y
lesbomaternales.
NUEVE.
Derivado de lo anterior, en el año 2015
la CDMX se consolidó como Ciudad Amigable con la diversidad sexual,
hecho reconocido y celebrado por otras ciudades y países del mundo.
DIEZ
Desde el Consejo para Prevenir y
Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), invitamos a
no responder a las provocaciones y expresamos nuestra preocupación por
el llamado que hacen quienes pretenden confrontar, perseguir, intimidar y
-como lo han manifestado recientemente- hasta agredir a quienes
legítimamente buscan establecer en las leyes el derecho al matrimonio y a
la familia, como lo son las personas lebianas, gays, bisexuales,
transgénero, transexuales, travesti e intersexuales.
Hacemos un llamado al cese de
declaraciones con tintes de mensajes de odio, que promuevan escenarios
violentos y que no abonen a la cultura de paz.
El matrimonio igualitario y sus derechos llegaron para quedarse.
Sigamos construyendo espacios libres de discriminación.
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