PERSONAS DE LA TERCERA EDAD ¿QUÉ HAREMOS CON ELLAS?

Quién lea el título de esta página quizás podría imaginar que yo, la que escribe, es una observadora ajena a ese grupo de la Tercera Edad, y que puedo llegar a conclusiones y soluciones para la problemática que ellas enfrentan.
Pero no. YO SOY DE LA TERCERA EDAD. Y me preocupa enormemente la situación que estamos viviendo no sólo en México, sino en muchas partes del mundo, a juzgar por las noticias que me llegan.
Vivo en la ciudad de Xalapa,capital del estado de Veracruz en México, que cuenta con con más de medio millón de habitantes, basante bien urbanizada y donde puede encontrarse todo lo necesario para la vida diaria e incluso vivir cómodamente. Se dice, incluso, que es la ciudad en el país que tiene más automóviles por habitante que cualquier otra. Esto no es una cualidad sino una desventanja, pues la ciudad no está preparda para tal cantidad de vehículos y los atoros de tráfico son bastante frecuentes.
En fin, a lo que voy. En una ciudad así uno se imaginaría que hay varios centros o asilos, para acoger a los ancianos de toda condición social y que por una u otra razón, no pueden ser cuidados por sus propios familiares. Pues bien, a mi entender e investigando un poco, solamente hay dos. Conozco uno, Sayago se llama, y puede albergar hasta 100 persnas. No puedo imaginar tal número de ancianos en una casa grande, sí, pero vieja, en el centro y que tampoco es un palacio. En resumen, están bastante amontonados y sin lugares donde puedan pasear ni llevar una vida digna.
Según el internet, hay otro que puede acoger a no más de CINCO, sí, leyó bein. CINCO personas.
¿Qué hacemos pues con todos los demás? Porque se se camina tranquilamente por cualquier zona de la ciudad es evidente que hay muchos ancianos. ¿Quién los cuida? ¿Sus hijos, sus familiares? He ahí un grave problema. No siento yo que se trate de que los hijos son malagradecidos o descuidados. Es simplemente, que tiene que irse a trabajar y si no trabajan no comen.
Así ¿Qué hacer con nuestros ancianos?
Desde luego que ya es evidente que el gobierno no está haciendo nada. Bueno, con decirles que en este día de hoy, 3 de noviembre de 2016, ni siquiera gobierno tenemos. El gobernador huyó quien sabe a dónde, llevándose quizás los miles de millones que ha robado durante su periodo. Pero ese es otro tema.
En mis cavilaciones y desvelos, y según lo que vivo en mi persona, llegué a la conclusión de que el sistema de desigualdad y corrupción que nos rodea, no nos va a detener. Los ancianos debemos unirnos. Debemos auto ayudarnos, formando grupos de 10 a 20 personas que con gran  dedicación elaboren unos directorios detallados sobre quién es cada persona, qué necesita de qué padece, a quién acudir si algo le ocurre. En fin, mil detalles. Cada uno de los componentes del grupo de auto apoyo debe tener ese directorio y en un momento dado, la persona de la tercera edad afectada, que se haya caído o enfermado, podrá recurrir a su grupo de apoyo para que le presten ayuda sus otros y otras compañero-as que sí estén en condiciones de apoyar.
Algunos sectores ya estamos dando los primeros pasos en esa dirección, y espero que poco a poco se vaya difundiendo la idea porque lo paradójico es que no sólo nosotros necesitamos de ayuda, sino que los jóvenes y no tan jóvenes podrían beneficiarse de lo que nosotros todavía podemos ofrecer a la sociedad que es mucho. La sociedad en que vivimos ha devaluado al anciano, pero nosotros todavía tenemos la fuerza y sabiduría para no permitir que eso ocurra. Así pues, ¡Adelante queridos viejitos! ¡A movilizarnos!