Como
parte de Asociación Internacional de Familias por la Diversidad
compuesta por 23 países de América y Europa. Y como director de www.transexualidad.cl
reflexiono sobre un tema que poco se aborda a nivel social y al
interior de los establecimientos educacionales que imparten enseñanza
básica, media y de nivel superior en el país. “La falta de conocimientos
y capacidades” de los docentes y encargados para abordar temas
relacionados con estudiantes gay, lesbianas, transgénero, transexuales e
intersex, dentro del aula.
Una persona del cuerpo directivo y docente de un establecimiento, cuenta con la autoridad y libertad para cambiar la vida de un menor de edad y en la mayoría de los casos afortunadamente eso ocurre y de manera positiva proyectando al estudiante hacia una plenitud profesional.
¿Pero qué pasa con aquellos estudiantes a quienes se vulneran sus derechos? y este adulto con la autoridad que tiene sumada a la poca preparación y herramientas para abordar estos temas con menores de edad de la diversidad sexual dentro del establecimiento.
“En esto estamos en deuda”.
¿Contamos efectivamente con normativas a nivel de estado para abordar estos temas de manera eficiente? ¿Existen políticas públicas que permitan avanzar a nivel social potenciando la igualdad y el respeto hacia estos menores de edad? Y si algo existe, verdaderamente se aplica…
Esta reflexión nace debido a que hace 2 años atrás un menor de edad de 16 años Sergio Urrego de nacionalidad colombiana se suicidó debido a un ambiente de persecución homofóbica por parte de las directivas de su colegio. Ningún padre o madre desea que, su hijo e hija sea perseguido y hostigado dentro de los establecimientos educacionales. Como sociedad podemos generar cambios para que nunca más tengamos que saber de conductas de este tipo, realizadas por personas a quienes cedemos la responsabilidad de proyectar a nuestros hijos hacia un futuro profesional.
Este jueves 4 de agosto se realizará en el Centro Cultural Gabriel Betancurt de la Universidad Pedagógica Nacional un homenaje póstumo a la memoria de este joven, quien puso en el muro de su Facebook pocos días antes de quitarse la vida: “Mi sexualidad no es mi pecado, es mi propio paraíso”.
Una persona del cuerpo directivo y docente de un establecimiento, cuenta con la autoridad y libertad para cambiar la vida de un menor de edad y en la mayoría de los casos afortunadamente eso ocurre y de manera positiva proyectando al estudiante hacia una plenitud profesional.
¿Pero qué pasa con aquellos estudiantes a quienes se vulneran sus derechos? y este adulto con la autoridad que tiene sumada a la poca preparación y herramientas para abordar estos temas con menores de edad de la diversidad sexual dentro del establecimiento.
“En esto estamos en deuda”.
¿Contamos efectivamente con normativas a nivel de estado para abordar estos temas de manera eficiente? ¿Existen políticas públicas que permitan avanzar a nivel social potenciando la igualdad y el respeto hacia estos menores de edad? Y si algo existe, verdaderamente se aplica…
Esta reflexión nace debido a que hace 2 años atrás un menor de edad de 16 años Sergio Urrego de nacionalidad colombiana se suicidó debido a un ambiente de persecución homofóbica por parte de las directivas de su colegio. Ningún padre o madre desea que, su hijo e hija sea perseguido y hostigado dentro de los establecimientos educacionales. Como sociedad podemos generar cambios para que nunca más tengamos que saber de conductas de este tipo, realizadas por personas a quienes cedemos la responsabilidad de proyectar a nuestros hijos hacia un futuro profesional.
Este jueves 4 de agosto se realizará en el Centro Cultural Gabriel Betancurt de la Universidad Pedagógica Nacional un homenaje póstumo a la memoria de este joven, quien puso en el muro de su Facebook pocos días antes de quitarse la vida: “Mi sexualidad no es mi pecado, es mi propio paraíso”.
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